DIOS TODOPODEROSO

Al asomarme al balcón y otear el horizonte, observo esta imagen de hoy, que me trae a mi memoria las condiciones atmosféricas y del tiempo sobre la ciudad de Caracas de aquel 28 de febrero de hace 30 años, en el que la neblina se aferraba a la copa de los árboles del majestuoso avila y un techo bajo de nubes blanco-gris cubría la sultana capitalina, a esta hora en aquel entonces mis manos sobre los comandos de un avión accionaban para emprender la carrera de despegue venciendo la gravedad, levantando vuelo, internandome en aquella masa gaseosa para a los pocos minutos encontrarme con la adversidad y en que significo un desastre y destrozo total de lo que fuera una aeronave, pero al propio tiempo el poder divino me llevo a un encuentro con mi Dios todopoderoso, quien tendiendome su mano supo hacer su voluntad para hoy estar entre ustedes, con los seres que de siempre y para siempre soy y seré motivo para dar gracias a Dios por haberme permitido ver la luz por muchos años mas hasta que así lo disponga.