LA ROSA DE MI JARDÍN

Tus espinas me han herido mis manos, pero no han acabado con mi amor, porque sus raices han llegado hasta lo mas profundo de mi ser, por eso las tempestades, los vientos, el invierno podrán llegar y arrasar con todo pero no con la semilla que aquel 29 de abril se sembró para siempre.                                                

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