EL CAMINO HACIA LA FELICIDAD

Después de tres meses, El camino a la felicidad de Marbellane, con una rodada recibiendo perpendicular los inclementes rayos del sol en esta tarde de sofocante calor en una carretera desolada, larga y tendida; qué serpentea a la orilla del mar, ese mar con marejadas de blancas crestas que se baten contra las rocas produciendo ese ensordecedor sonido que invita a detenerse y contemplar como la blanca espuma desaparece, pero esa magia de arena, calor, ola y espuma; todo conjugado en la bravia violencia de un mar azul, produce una seducción, quedando cautivado ante ese escenario impetuoso de tierra, arena y mar.

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